Dentro de la historia, puede verse claramente que en la Granja Manor se vive bajo un régimen totalitario, lo cual no le agradaba a ninguno de los animales, sobre todo a los cerdos (quienes eran los más inteligentes y se daban cuenta de que lo que sucedía no era justo para ellos).
Gracias al hambre que llegaron a tener los animales cuando su dueño, y los peones de éste, los descuidaron, se produjo la rebelión que provocó la huida de los dueños de la granja y que, con el tiempo, los cerdos tomaran el control de la misma.
Con los cerdos al poder, los demás animales seguían sus instrucciones, generalmente, al pie de la letra. Cuando los animales manifestaban su desacuerdo con las medidas que los cerdos querían aplicar, éstos últimos argumentaban que si no se trabajaba duro para que la granja progresara, volvería Jones y con él la tiranía. Fue así como a los animales les daba miedo y hacían caso en todo lo que se les decía.
Desde antes de la rebelión, los animales se animaban cantando "Bestias de Inglaterra". Esta tonada sin duda mantenía viva la ilusión de ser libres y vivir sólo para ellos sin tener que trabajar duro y no ver para sí mismos el resultado de ese esfuerzo. Sin embargo, su propia ignorancia y falta de memoria los llevó a ser trabajadores de los cerdos, quienes también los reprimían, quizá no de la manera en que Jones lo llevaba a cabo, pero lo hacían.
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