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sábado, 7 de diciembre de 2013

Funcionamiento de los partidos políticos

La formación política

   La gran mayoría de la población, afirma Mitchels, permanece ajena a las cuestiones teóricas de la política o el análisis de la labor general de la administración pública, excepto que se trate de escándalos, cuestiones del momento o de interés general. Alejandro Dumas (hijo) observó una vez que todos los progresos humanos, en su comienzo, habían sido resistidos por el noventa y nueve por ciento de la humanidad pero disfrutaban de esas reformas, hechas por el uno por ciento restante, aunque seguían protestando contra las que faltaban hacer. Por eso afirmaba que “las mayorías son sólo la prueba de lo que existe”  mientras que “las minorías suelen ser la simiente de lo que vendrá”. Y Mitchels sostiene que “no hay exageración al afirmar que entre los ciudadanos que gozan de derechos políticos, el número de los que tienen un interés vital por las cuestiones públicas es insignificante. En la mayor parte de los seres humanos, el sentido de una relación íntima entre lo bueno para el individuo y lo bueno para la colectividad está muy poco desarrollado”.
   Aunque la afiliación sea masiva (que muy difícilmente lo es), son pocos los que participan con más diligencia en la tarea de la organización. Y apenas algunos de éstos son los que tienen efectivamente el poder, si la gente no tiene en claro que está por perder derechos fundamentales, se encuentran con la indiferencia de gran parte de la población. Por eso la labor de los líderes debe ser de difusión, didáctica y explicativa. Y es también por esa razón que los gobiernos califican a estos militantes como “agitadores”, porque el desconocimiento de algo trae la indiferencia y el conocimiento, en cambio, la agitación, la reacción popular. El esfuerzo de los líderes de la oposición en los partidos democráticos modernos no es sencillo.
   Una de las principales características del liderazgo sigue siendo la capacidad de oratoria, ya que la creencia general es que es este talento el que demuestra la competencia de un hombre para la dirección de los manejos públicos. Según Mitchels, las dotes oratorias-belleza y fuerza de la voz, poder de adaptación y sentido del humor- son lo que la masa aprecia por encima de todas las cosas; el contenido del discurso tiene importancia bastante secundaria.
   Otras cualidades de los líderes pueden ser la fuerza de voluntad, la convicción, un conocimiento amplio, y también la autosuficiencia, aunque se acompañe de un orgullo arrogante. Sólo en casos excepcionales están, según Mitchels, la bondad del corazón y el desinterés. Pero lo que atrae mucho es el prestigio de la celebridad, por lo que muchas veces alguien muy conocido por su actuación personal o profesional pero sin militancia política, cuando decide hacerlo escala altas posiciones dentro del partido. Esto por supuesto atrae celos y disputas entre los que han acreditado una amplia y difícil trayectoria de militancia, y ven al recién llegado como a un “intruso”. Este último, por el contrario, a veces considera a los demás como mediocres o los subestima pero a veces es superado por los mismos llegado al momento de la lucha interna.



Militancia política

   La población adopta distintos niveles de adhesión frente a los partidos políticos, aunque formalmente sólo existan dos situaciones posibles: la afiliación o la no afiliación. No todos los afiliados participan del mismo modo en la actividad partidaria. Molas distingue a los afiliados en las siguientes categorías:
- El simple adherente, con poca participación en el partido.
- El militante, afiliado que participa regularmente de las reuniones y que colabora en tareas de difusión y organización.
- Los cuadros del partido son los que tienen clara la ideología por la que luchan, piensan y debaten los pasos a seguir, y desempeñan actividades de responsabilidad directiva, local, sectorial o general.
- Los permanentes realizan tareas estables dentro del partido, por lo que su actividad generalmente es remunerada. Forman parte de las burocracias de los partidos y al conocer los ámbitos donde se desenvuelve la política reúnen cuotas importantes de poder.
  También entre los no afiliados existen diferencias:
_Los simpatizantesson personas que se reúsan a la afiliación por distintos motivos (por ejemplo, no estar convencido del todo sobre la idoneidad de algunos dirigentes, o tener reservas morales, o dudas ideológicas, o estar en desacuerdo con varios puntos del programa, etc.), pero sin embargo defienden generalmente las propuestas del partido, compran sus publicaciones, entregan colaboraciones y responden a la convocatoria para marchas o manifestaciones.
_Los votantes fieles (a veces denominados “votos cautivos”) son los que votan siempre por un mismo partido, pero no realizan ninguna otra actuación en favor del mismo.
_Los votantes ocasionales no apoyan una doctrina definida, sino que están movilizados muchas veces por la opinión pública, o actúan por efecto de la propaganda política, o reaccionan votando a otro partido empleando lo que se llama “voto castigo”. Son una gran parte de la población, hacia la que se dirigen en general las campañas políticas.



Organización de base

   Las bases, en los partidos políticos, son los afiliados que militan en su distrito local. Cuando surgieron los partidos políticos modernos, éstos adoptaron distintas formas para el encuadramiento u organización de sus miembros.
   El comité pertenecía a los partidos de cuadros, y estaba formado por pocas personas. Sus objetivos eran la organización de las elecciones y la incorporación de los representantes de los órganos de prensa. Cuando la mayoría de los partidos se convirtieron en partidos de masas, otra de las finalidades de los comités fue desarrollar formas de afiliación más amplias. Sección se denominaba a la forma de organización de base de los partidos socialistas, que de este modo agrupaban por localidades o distritos a los afiliados (según su domicilio) y los hacían participar en debates políticos a través de reuniones periódicas. Actualmente los partidos utilizan distintas denominaciones para estos tipos de encuadramientos de base, sin que se diferencien mayormente unos de otros: en Uruguay se los llama clubes; en Argentina, según el partido político: el socialista los denomina centros, el radical comités, el justicialista unidades básicas; Recrear locales partidarios, etc.
La célula, tiende a encuadrar a los afiliados por lugares de trabajo o por profesiones. Reúne menos gente que las secciones, y combina el trabajo sindical con el político, aunque por sus características en general no se ocupa de acciones electorales. Está caracterizada por su número reducido de miembros y por una mayor frecuencia de reuniones, a fin de poder moverse más en la ilegalidad.
La milicia o grupos de choque fue desarrollada por los partidos fascistas, impartiendo a sus miembros el sentido de la disciplina, la cohesión y la acción, en lucha contra el “enemigo nacional” interior y exterior, y creando un tipo de encuadramiento similar al de la organización militar. En sus apariciones públicas solían usar uniformes distintivos, se organizaban en grupos al mando de un jefe, con reuniones periódicas de adiestramiento. Según isidro molas, este tipo de encuadramiento  ha sido adoptado también por partidos conservadores, socialistas y comunistas, como grupos de choque o de defensa, y en especial por agrupaciones que utilizan tácticas bélicas o guerrilleras.



Autoridades

   A partir de las organizaciones de base de los partidos, las autoridades se estructuran en forma piramidal. Ocupan la base de la pirámide de los afiliados, organizados en cada unidad básica comité, local o centro en distintas secretarias. Cada comité o unida básica tiene sus autoridades, y en cada distrito municipal existe una autoridad partidaria que coordina sus actividades.
A su vez, también existe una autoridad provincial ejecutiva permanente (que en el caso del radicalismo es el comité provincial y en el justicialismo, el concejo provincial) y una autoridad provincial deliberativa máxima, que es representativa de las bases, teniendo delegados por distrito municipal (para el radicalismo es la convención provincial y para el justicialismo el congreso provincial)
Por último, están las autoridades nacionales, que se pueden elegir por el voto de los afiliados o indirectamente, a través de las autoridades provinciales. Esta autoridad central o general que preside el partido suele ser un congreso, consejo o asamblea general (para el radicalismo, convención nacional, o congreso nacional para el justicialismo). Generalmente en los partidos de masas está compuesto por la reunión de delegados de los grupos de base, que representan a los afiliados y sus tendencias, y que acostumbran a llevar un número de votos delegados (mandatos) proporcional al de los afiliados.
La asamblea o congreso general da origen, por elección, a un órgano directivo, resumen de la asamblea y órgano ejecutivo permanente mientras aquella no está reunida, el cual a su vez crea un secretariado político más reducido, en el que suele encuadrarse formalmente el jefe del partido, que puede coexistir con un presidente del mismo, de carácter más simbólico. El órgano ejecutivo sería para el radicalismo el comité nacional y para el justicialismo el concejo nacional.
A demás de esta organización suelen existir ramaso secciones especializadas, que confluyen en el congreso y tienen una autonomía organizativa aunque adhieren al partido. Las secciones más frecuentes son la juventud la femenina, la sindical, la empresarial, la de publicaciones o difusión y propaganda, la de deportes, etc.



La Participación de la Mujer

   Las mujeres participaron de la actividad política si tener derechos legales para exigir su nominación en los cargos más importantes, hasta bien este siglo. En la Argentina recién pudo votas la mujer en 1949 (hecho que se estableció en la Constitución de 1949), pero la tradición hizo que muy pocas mujeres fueran candidatas a cargos electivos en posición de obtener bancas. Finalmente, en la reforma constitucional de 1994 (art. 37°) se establece:
La igualdad real de oportunidades ente varones y mujeres para el acceso a cargos electivos y partidarios se garantizará por acciones positivas en la regulación de los partidos políticos y en el régimen electoral.
Disposición transitoria. Las acciones positivas a la que alude el articulo 37 en su último párrafo no podrán ser inferiores a las vigentes al tiempo de sancionarse esta Constitución y duraran lo que la ley determine.




Bibliografía: “Educación Cívica V: introducción a la ciencia política” – Teresa Eggers-Brass.
                       Editorial Maipue.

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