¿Qué es un fósil?
Al morir, un organismo se convierte en fósil cuando la materia que lo componía se transforma o cambia por elementos minerales. Para decirlo más fácilmente, algunos restos de plantas y animales se convierten después de miles de años "en piedra". Pero para que esto se produzca, hacen falta condiciones muy particulares:
- El cuerpo del animal o los restos vegetales debieron quedar rápidamente sepultados y aprisionados por arena, tierra o fango para no disgregarse.
- Los ambientes más favorables para la conservación son zonas antiguamente ocupadas por riós, mares y lagos. Por eso, los fósiles de organismos acuáticos suelen ser más abundantes y estar mejor conservados que los terrestres.
- Para quedar más o menos enteros deben haber sufrido el menor grado de descomposición y no estar expuestos a accidentes geológicos como fracturas o corrimientos del terreno donde quedaron depositados.
- Los vegetales se convierten en carbón y algunos troncos se transforman en sílice. De los animales se pudren la piel y los órganos internos y suelen fosilizarse estructuras más resistentes como esqueletos, conchillas o caparazones. Estos restos se marcan como un sello o molde en la piedra. Aunque también muchas veces se fosilizan estructuras más delicadas como plumas, escamas, huevos o simplemente huellas o pisadas.
Sin dudas los fósiles más populares pertenecen a los dinosaurios. La disciplina científica que se encarga de estudiar los fósiles se llama Paleontología.
Tintero N° 314. 20 de junio de 1999
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